A la entrada de nuestro pueblo, viniendo de Pontevedra, tenemos una preciosa playa (42º23´53" N - 8º49´22" W) que últimamente le da a todo el mundo por llamar Playa de Baltar. Esta denominación aparece en señales de carretera, mapas, documentos del ayuntamiento, páginas web y lo que es peor, en boca de muchos vecinos. Pues bien, como podéis comprobar en la carta náutica oficial que os adjunto y en otras muchas que pude ver, su verdadero nombre es PLAYA DE PORTONOVO. Siempre fue así, y no deberíamos dejar que nadie cambie esto, porque es parte de nuestra historia y porque hay personas en este pueblo a las que sí nos preocupa esta falta de rigor de las instituciones locales y de algunos convecinos.
Aprovechando esta carta náutica y aunque este blog va de Portonovo, no de Sangenjo, también quiero responder al anónimo que me dejó un comentario en el post de la Madama. El topónimo Sangenjo, es correcto según la Real Academia Española de la Lengua (RAE) y así lo recoge en su diccionario de ortografía de 1999 (ISBN 84-239-9250-0) apéndice 3, pág. 133-155.
La Xunta de Galicia en su decreto 219/1998, publicado en el DOG el 28/07/1998, cambia el término por Sanxenxo, por una cuestión de normalización lingüística de los topónimos.
Como puedes ver, esto no tiene nada que ver con términos "Franquístas", ni nada por el estilo. Simplemente cuando se habla en castellano, es correcto decir Sangenjo y cuando se habla en gallego, Sanxenxo.


Muchos locales de la zona se hicieron colaboradores de la organización (lo cual les costó 100 euros), con el argumento por parte de estos de que el pueblo se iba a llenar de moteros durante el fin de semana, que llenarían pubs, bares y restaurantes, pero al final organizaron un cátering en Baltar y llenaron aquello de chiringuitos, por lo que no se vio un motero en los locales del pueblo. Desde luego, si esto no es una tomadura de pelo, lo parece. Encima se complicó más el tema ya que la policía municipal no dejaba entrar tampoco a los coches que no eran de Portonovo. En fin, se hacía raro ver un sábado el aparcamiento del relleno y el muelle casi vacíos y sitio de sobra en todas las terrazas.


En fin, algo que empezó con un tremendo caos de organización, acabó siendo una magnífica velada.
Aprovecho para saludar a los amigos de la Isla de Arousa que nos visitaron y que tenían una marcha tremenda.
Alguien la describió como: "Unha sirena con un corno na cabesa, as tetas puntiajudas, un helado de cucurucho nas mans e co ollo do cu mirando para Portonovo". Bueno... bromas a parte, no creo que esta estatua tuviese tanta repercusión como desde que los portonoveses decidieran "tomarla" hace ya siete años.


A mucha gente de
